Por: Ricardo Tribín Acosta
Esta es una frase muy característica de los pobladores de una parte de Colombia la cual significa variadas ideas pero que hoy se encausarán fundamentalmente al nivel asimilación que tengamos frente a diversas situaciones que experimentamos en general. Se afirma con sapiencia que nuestra serenidad es directamente proporcional al nivel que tengamos de aceptación frente a un hecho o circunstancia por las que pasemos.
Y es que esto es bien importante puesto que, cuando no aceptamos algo que no podemos cambiar, será muy difícil lograr alcanzar la serenidad para intentar cambiarlo, así como tampoco nos será fácil asimilar la diferencia entre lo que podemos y lo que no podemos cambiar, impotencia que solo se asimilará con la aceptación de tal circunstancia.
Tercos, muy tercos, somos a veces los seres humanos, y por ello en ocasiones diversas tropezamos de nuevo con los mismos obstáculos que en el pasado nos habíamos golpeado, sin entender que hay ocasiones en las cuales, la derrota frente a un evento, se tornará en el renacer de una positiva y fructífera victoria en nuestras vidas.
Miami, Mayo 26 de 2016
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