Por: Ricardo Tribín Acosta
......amanece más temprano, afirma el viejo dicho, el cual es menos positivo en la acción que aquel que dice " a quien madruga, Dios le ayuda". Pero bueno, lo importante no es tanto alabar a los que se levantan más pronto y criticar a quienes no lo hacen, sino más bien concentrarnos en un diferente aspecto del término madrugar, el cual quisiera trasladar a la acción en lo que se haga.
Dícese de la procastinacion que este es un defecto grande al que rodean muchos componentes de temor imaginario y que habla más de dejar para mañana lo que podamos hacer hoy, lo cual en general conlleva más de un inconveniente para a aquellos que se amañan en dilatar y postergar, debido al miedo al éxito o al fracaso.
Madrugar en tal sentido conlleva a hacer lo que tengamos que hacer hoy de manera inmediata, evitando incurrir en el acto de pereza de dejarlo para después, pensando siempre en que si algo queda pendiente será bueno programarlo de una en el calendario del día siguiente, lo cual conduce a la consecuencia lógica de la efectividad, base importante de los procesos que conducen a la excelencia, gracias a los excelentes componentes de la proactividad.
Miami, Septiembre 10 de 2015
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